Adolescentes y jóvenes: un abordaje especializado

En INTAD conocemos la problemática particular, la complejidad y los riesgos físicos, psíquicos y psicosociales a largo plazo de las conductas adictivas que comienzan en la adolescencia y la juventud y, es por ello, que hemos desarrollado un modelo de abordaje específico, integral y multifocal, que incide en el apoyo y la reconducción de estas situaciones hacia una evolución personal y proyectos vitales propios libres de drogas.

Una conducta de riesgo para el desarrollo físico, personal y social

La adolescencia constituye un período de alta vulnerabilidad para el consumo de drogas

La adolescencia constituye una etapa del desarrollo humano en la que el sujeto experimenta una serie de cambios decisivos para su vida futura. Es en esta etapa evolutiva donde el conjunto de valores, intereses, actitudes vitales y comportamientos adultos quedan orientados hacia el futuro del individuo y la propia identidad personal se va configurando.

En este período confluyen algunas características evolutivas (necesidad de reafirmación, de transgresión, de conformidad intra-grupal, de sensación de invulnerabilidad, de rechazo a la ayuda del adulto, de susceptibilidad frente a las presiones del entorno….), que le convierten en un período de especial vulnerabilidad en relación al consumo de drogas. Además, el organismo del adolescente aún está en desarrollo y, por tanto, es especialmente vulnerable a los efectos nocivos de las drogas, en especial en su cerebro. Por otro lado, cuanto más joven se inicia el consumo de sustancias adictivas, mayor es el riesgo de “engancharse” y de tener problemas de adaptación psicosocial.

No es casualidad que el inicio del consumo de drogas, tanto legales como ilegales, tenga lugar precisamente y, en su mayor parte, en esta etapa de la vida. Ahora bien, el que este consumo experimental u ocasional sea algo transitorio y anecdótico en la vida de un adolescente o se convierta en un consumo problemático que dificulte su maduración y desarrollo personal, va a depender de cómo maneje la situación, lo cual vendrá determinado, a su vez, por un entramado de factores de riesgo y factores de protección presentes en sus recursos personales y en su realidad familiar y social.

Un perfil de consumo diferente y una intervención específica

Existe el consenso general acerca de que, en los últimos años, se ha producido un importante aumento del consumo de drogas entre los adolescentes y jóvenes que, además, dista mucho del perfil de consumo de los adultos.

Según datos oficiales procedentes de las Encuestas sobre Drogas en Población Escolar de 14 a 18 años, las drogas consumidas por un mayor porcentaje de adolescentes son el alcohol, el tabaco, el cannabis y los estimulantes. Además, en los últimos años, se ha configurado un nuevo perfil de consumidores entre los adolescentes que presentan las siguientes peculiaridades:

Son sujetos que se inician en el consumo de drogas a edades tempranas.
Mantienen un estilo de vida más o menos estructurado dado que realizan alguna actividad normalizada (estudian o trabajan), si bien la crisis económica ha incidido negativamente en esta realidad generando desequilibrios adicionales.
Conviven y dependen de su familia.
Realizan un uso mayoritariamente social de las sustancias. El consumo se encuentra ligado a sus contextos de ocio, a su manera de divertirse y al grupo.
Consumo centrado en el fin de semana. Consumo simultáneo de varias drogas (fundamentalmente alcohol, cannabis, y/o estimulantes)
Escasa percepción de riesgo de las sustancias que toman (sobre todo del alcohol y del cannabis). Tampoco se percibe riesgo por un consumo ocasional de otros tipos de drogas: pastillas, ácidos, cocaína…
Percepción de control al tratarse de un uso centrado en el fin de semana y no diario.
Percepción del uso de drogas como masivo y algo muy extendido en su generación lo cual autojustifica su propio consumo.
Otro aspecto a destacar es la desaparición de las diferencias de género en relación al consumo. Hoy día las mujeres adolescentes y jóvenes tienden a igualar e incluso superar a los hombres en algunos parámetros de consumo de tabaco y alcohol.

Se trata, por tanto, de un consumo con unas características muy particulares que, por tanto, requieren un tipo de intervención diferente respecto de los enfoques preventivos y terapéuticos tradicionales.

Recursos terapéuticos de INTAD

Una oferta de recursos adaptados a cada caso

Este nuevo perfil de consumidores requiere la adecuación de las estrategias y los métodos de intervención tradicionales para dar las respuestas adecuadas y mejorar la eficacia terapéutica habitual.

En esta línea, aparte de las intervenciones psicoterapéuticas, terapéuticas y psíquicas (en su caso), adaptadas a cada caso, que se llevan a cabo con el adolescente o joven, en INTAD hacemos especial énfasis en la importancia clave de la intervención psicoeducativa y/o psicoterapéutica concreta a nivel del núcleo familiar y relacional más próximo (normalmente, el círculo de amigos…), para el desarrollo de pautas específicas de capacitación y manejo de las situaciones, los conflictos, la facilitación de los cambios y el aprendizaje sobre las actuaciones que convienen y que no convienen para facilitar el éxito y los resultados a largo plazo del tratamiento.

La base de intervención grupal se considera muy beneficiosa en la mayoría de los casos y, adicionalmente, los grupos mixtos, de familiares y allegados con pacientes, un abordaje de alto rendimiento.

Finalmente, desde el equipo de INTAD consideramos que el tratamiento del adolescente y los jóvenes con problemas de drogas debería de realizarse en un ámbito lo menos restrictivo posible, que sea seguro y efectivo, procurando evitar, siempre que sea posible y conveniente, el recurso al tratamiento residencial y al aislamiento.

Recursos terapéuticos

De acuerdo con el abordaje terapéutico especializado descrito y, bajo el principio de máxima individualización y adaptación del tratamiento a cada caso, en INTAD disponemos de una amplia oferta de recursos altamente especializados en adolescentes y jóvenes con conductas adictivas y/o trastornos psicológicos o mentales (patología dual), que pueden ser utilizados en las distintas fases del proceso terapéutico. A continuación se describen brevemente los recursos terapéuticos específicos más frecuentes para estos casos. En otros apartados describimos otros recursos más generales y/o complementarios en casos de adicciones y/o salud mental, así como relacionados (parejas y familias).

PSICOTERAPIA INDIVIDUAL: Sesiones individuales para cada paciente con psicólogo especializado de nuestro Centro. Se diseñarán intervenciones específicas a cada momento del adolescente o joven (su día a día, sus emociones, conductas…) y de los diferentes trastornos mentales que puedan concurrir, en su caso.
PSICOTERAPIA DE GRUPO: El grupo terapéutico como herramienta de primer orden para el abordaje de los problemas de adicciones y otros de salud mental en adolescentes y jóvenes. Con profesionales especializados en este instrumento terapéutico y este colectivo, trabajaremos en grupo en nuestro Centro el entrenamiento en habilidades sociales, inteligencia emocional, técnicas de autocontrol, relaciones interpersonales, etc.
GRUPOS DE ADOLESCENTES Y JÓVENES: Grupos específicos y de alta especialización para adolescentes y jóvenes, para trabajar con este formato las dificultades específicas y hablar de realidades que comparten, tanto de problemática como de sintomatología características del uso y abuso de ciertas sustancias, fundamentalmente.
SESIONES DE ORIENTACIÓN E INFORMACIÓN A FAMILIARES Y ALLEGADOS DE ADOLESCENTES Y JÓVENES ADICTOS: Entrevistas que sirven como orientación y facilitación de pautas de actuación para familiares y allegados de adolescentes y jóvenes adictos, capacitándoles para un mejor abordaje de estas situaciones y proporcionando instrumentos y herramientas que faciliten el éxito .
ORIENTACIÓN FAMILIAR: Servicio disponible para aquellos casos en que el adolescente/joven no esté en el momento de acudir a nuestro Centro por no estar motivado o bien no quiera realizar tratamiento. Se centrarán en desarrollar las vías de intervención necesarias y oportunas para conseguir el cambio.
TERAPIA DE FAMILIA: Asistencia profesional especializada al núcleo familiar y sesiones e intervenciones terapéuticas especificas con y sin el joven o adolescente. Se podrán realizar porque el momento del proceso lo aconseja o bien porque puedan existir nudos y crisis entre los miembros de la familia que es necesario abordar para coadyuvar al tratamiento.
GRUPOS TERAPÉUTICOS DE FAMILIARES: Grupos especializados en terapia para familiares en los que se trabaje, de forma conjunta, su relación con los jóvenes o adolescentes y la vivencia personal de la adicción y del cambio. Concebidos como un espacio para compartir y abordar ampliamente su relación con la adicción y el proceso de cambio de su familiar adicto.
MEDIACIÓN FAMILIAR: Servicio para aquellos casos que precisen la resolución de conflictos entre las partes en el que, de forma voluntaria, requieren la figura de un tercero neutral que les ayude a buscar soluciones y facilite un clima de respeto mutuo y colaboración.