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GENERO Y USO DE DROGAS: LA INVISIBILIDAD DE LAS MUJERES
Publicado el Lunes, 6 de Abril de 2015
REFLEXIONANDO SOBRE EL GÉNERO DE LOS USOS DE DROGAS.
Las mujeres siguen consumiendo en proporciones mínimas las drogas ilegales de mayor rechazo social. El consumo de drogas ilegales entre las mujeres lleva consigo una carga emocional de disgusto y miedo a lo público, quizás por su rol todavía predominante en nuestras sociedades como esposa dependiente y cuidadora. Usar una sustancia ilegal supone para las mujeres no sólo ser clasificadas de desviadas por sus usos de drogas, sino también por contraponerse a la definición social de lo que debe ser el comportamiento “femenino”. Incluso entre los propios usuarios de drogas las mujeres consumidoras generan rechazo, de manera que éstos manifiestan su preferencia por parejas femeninas “libres de drogas”. El carácter legal o ilegal de la sustancia psicoactiva parece interaccionar con el sexo provocando una relación particular de las mujeres con las “drogas”, decantando sus preferencias por el uso legal, si es posible prescrito desde el ámbito médico. Siguiendo a Ettorre para acercarnos a los usos de las mujeres quizás sería más apropiado hablar de sustancias y no de drogas para poder referirnos a esta realidad. Si nos fijamos en los usos de drogas “ilegales” entre las mujeres como grupo, quizás lo menos importante sea señalar que son una “minoría”, “menos” o “insignificantes” y recalcar que son mayoría en “otras sustancias” que pueden tener diferentes consecuencias adversas para la salud, y que únicamente se diferencian en que son “legales” y, por tanto, aceptadas socialmente y en muchos casos prescritas por el sistema sanitario. Quizás necesitemos un cambio de mirada ya que en general, esta asunción bien establecida ha llevado a evitar el estudio de los usos de drogas entre las mujeres o considerarlos anecdóticos. Retomando el tema de la importancia del contexto social y cultural para comprender el uso de las distintas sustancias psicoactivas, puede que sea en este contexto donde las diferencias entre varones y mujeres que usan drogas ilegales se generen y sean exacerbadas por la estructura de las relaciones de género. Por ejemplo, el mayor número de problemas familiares referidos por las mujeres tiene relación con diferentes factores: el comportamiento apropiado que se espera de los distintos sexos; el estigma y la desaprobación del uso de drogas por las mujeres, etc. De hecho, algunos de los datos que hemos mostrado sobre la forma de inicio y mantenimiento en el uso de drogas ilegales se matizan y comprenden cuando nos remitimos al contexto en el que estos usos tienen lugar. <la estructura de género puede ayudar a explicar las motivaciones específicas entre las mujeres para iniciarse, continuar en el uso o en las consecuencias tras el uso. Entender mejor los factores contextuales, y entre ellos los de género, supone relacionar los usos de sustancias psicoactivas con la posición socioeconómica y otras diferencias entre las propias mujeres, sean de edad, clase grupo étnico, que suelen darse por supuestas y nos llevan a hablar con frecuencia de “las mujeres” como de un colectivo sin fracturas. Supone también ahondar a través de metodologías de investigación comprensiva en los motivos, razones y sentimientos de las mujeres que usan sustancias psicoactivas. Todos éstos son ámbitos en los que hemos de desarrollar investigaciones en el futuro buscando generar esa “mirada feminista”. En este sentido, sería importante dejar de considerar los análisis de género como un aspecto fundamental de la comprensión de los comportamientos de los varones: varones y mujeres que consumen sustancias psicoactivas que repercuten en sus tipos de usos y en las consecuencias para la salud.
No es nada nuevo que el consumo de sustancias en la mujer siempre haya estado peor visto y más castigado socialmente que en el hombre, aunque antes el uso de drogas legales era mayor en la mujer que en el hombre, esto ha ido cambiando y el consumo de sustancias en la mujer no es tan solitario y escondido, aunque sí persiste el castigo social simplemente por ser una mujer la persona adicta.
La experiencia de muchos años en el tratamiento en adicciones de los profesionales que componemos el equipo de INTAD, nos hace ser conscientes de las diferencias que marca el inicio al consumo en el género femenino en comparación con el masculino. De hecho, podemos decir como dato relevante, que la mayoría de las mujeres que se inician en el consumo de drogas ilegales lo hacen por medio de la pareja, mientras que en el caso de los varones, el inicio se produce a través de los amigos. Para hacer una intervención adecuada hay que realizar una evaluación exhaustiva de todos los factores de género que han podido influir en la historia personal y de consumo de la mujer que solicita ayuda, sin la cual el tratamiento estaría incompleto y seguramente sería ineficaz al no profundizar en factores que han tenido un papel tan decisivo en el desarrollo de la adicción.