EL DUELO,la dolorosa superación de una pérdida

En la actualidad no son pocas las personas que acuden a los centros sanitarios especializados en salud mental buscando ayuda para terminar de resolver un duelo de manera sana. El duelo es una reacción normal y esperable que sufre una persona ante la pérdida, ya sea de un ser querido, como en el caso de un fallecimiento o una separación, como de algo físico (una parte del propio cuerpo) o simbólico (un ideal). Si bien el duelo es algo adaptativo y normal en cualquier persona, también supone un acontecimiento vital estresante de primera magnitud y altera la rutina vital de la persona que atraviesa el proceso de adaptarse a la pérdida.

Habitualmente se cree que para que un duelo se resuelva de forma satisfactoria solo es necesario el paso del tiempo, sin embargo para una adecuada elaboración es muy importante la actitud de la persona en el afrontamiento de este proceso, en lo que los especialistas llamamos “trabajo de duelo”. Trabajar en la elaboración del duelo después de una pérdida adquiere mayor importancia teniendo en cuenta que algunos problemas de salud mental son la expresión de un duelo no resuelto, debido a que algunas reacciones agudas de duelo se vuelven crónicas con el paso del tiempo y requieren tratamiento psiquiátrico.

Es fácil reconocer la mayoría de sentimientos y conductas más habituales durante un proceso de duelo: tristeza, enfado, culpa, autorreproche, ansiedad, fatiga, impotencia, sensación de shock, trastornos del sueño, pérdida del apetito, aislamiento social, evitar recuerdos del fallecido… Todos estos sentimientos y conductas corresponden a un proceso de duelo normal que la mayoría de personas atravesarán en varias ocasiones a lo largo de su vida, y de ninguna manera deben considerarse sensaciones anómalas o patológicas. Sin embargo es posible que las manifestaciones del duelo, ya sea por su duración o cualidad diferente, requieran de un tratamiento especializado por estar presentándose con síntomas de depresión o de otro tipo. Hablamos entonces de la existencia de un “duelo complicado”. Algunos de estos síntomas que indican la posible existencia de un trastorno depresivo son pensamientos de muerte, sentimiento de inutilidad, deterioro prolongado de la vida personal, social o laboral e incluso experiencias alucinatorias.

La elaboración del duelo es un proceso mental que implica afrontar y dar un nuevo significado a los pensamientos sobre el fallecido, la experiencia de la pérdida y el mundo transformado en que ahora debe vivir la persona. Este proceso implica, entre otras tareas, aceptar la realidad de la pérdida, tanto intelectual como emocionalmente, trabajar las emociones asociadas y adaptarse de forma práctica a un nuevo entorno en el que el fallecido (o aquello que se perdió) está ausente. Si estas tareas no se realizan de forma activa la persona corre el riesgo de sufrir distintos “bloqueos” en su proceso de duelo, por ejemplo, negar que la pérdida sea irreversible, aislarse del entorno habitual o consumir alcohol o drogas como forma de afrontamiento.

De forma común el duelo normal no requiere ninguna intervención profesional, médica o psicológica, ya que su resolución satisfactoria suele ser natural por parte de la persona. No obstante, en ocasiones a algunas personas se les presentan dificultades en la resolución de algunas cuestiones que son necesarias para seguir adelante, por lo que resulta aconsejable el asesoramiento psicológico, que facilita el proceso de duelo y ayuda a completar cuestiones no resultas para decir un adiós final.

Ayudar a la persona a hablar de su pérdida, de sus recuerdos, en un espacio distinto al del entorno familiar que en ocasiones no tolera la expresión de sentimientos, contribuir a que empiece a tomar decisiones de manera independiente, encontrar un nuevo significado en su pérdida y evitar los estilos de afrontamientos poco saludables, son tareas imprescindibles para recorrer el camino del duelo y evitar alguna de las complicaciones asociadas. Si el proceso se convirtiera en un duelo complicado por distintos factores (individuales, familiares, sociales, etc.) se haría necesario un tratamiento psicoterapéutico para conseguir que la persona encontrara un lugar para el fallecido que le permita seguir unida a él pero de un modo que no le impida seguir viviendo.

Desde INTAD Salud Mental disponemos de un equipo de psicólogos y psiquiatras capaces de dar una respuesta terapéutica adecuada al proceso de duelo, tanto el asesoramiento que pudiera ser necesario en el duelo normal como la psicoterapia más apropiada para los casos de duelo complicado. Si estás experimentando el intenso dolor que supone la pérdida de alguien querido y crees que las dificultades de afrontamiento que atraviesas exceden lo que podrían considerarse manifestaciones normales quizá puedas necesitar el asesoramiento de un profesional.